Ante la ineptitud de la policía de Catemaco, la gente detuvo a dos asaltantes en la feria.

***Uno de estos “rata de dos patas”, es empleado del palacio municipal y la policía lo dejó en libertad.
Juan Duarte Pablo.
Catemaco, Ver.- Pese a las buenas intenciones de las autoridades municipales en brindar seguridad durante los festejos de las fiestas paganas-religiosas, la seguridad se salió de control y por un lado, dos sujetos cometieron un atraco donde hurtaron Ocho mil pesos, en agravio de Jorge Alberto Xala Balderas y Marisela Maldonado,ambos de COmoapan,el sábado en las instalaciones de la feria, y debido a que la policía no actuó de manera oportuna, tuvo que ser la gente que se encontraba en el momento quienes detuvieron a dos sujetos y lo entregaron a la policía, en donde fueron dejados en libertad ya que uno de ellos es empleado del palacio municipal. ¡ o sea no manchen¡.
Los detenidos son Rolando Mil Acua de 23 años de edad y Vicente de la Luz Vázques de 34 años de edad, de la colonia Don Pedro y de la Linda Vista,respectivamente, los cuales portaban pistolas de juguetes.
De estos hechos hay una denuncia penal y esperemos que esta vez si se haga justicia.
Ojalá que el nuevo comandante, José Medina Fernández, recién desempacado de seguridad pública del estado pudiera decirle a la opinión pública que fue lo que realmente pasó, ya que deja mal parado al presidente municipal licenciado Eliuth Cervantes Ramírez, quien no paró de rezar ante la imagen milagrosa que las fiestas de “nuestra señora del Carmen” fueran un éxito, y por supuesto que fue un éxito “el cobro de piso” para las arcas municipales,que seguramente se traducirán en obras sociales, hay que concederles el beneficio de la duda, y las limosnas que dejaron en la iglesia católica, por supuesto lo sabemos irán a parar a Roma a donde el clero católico acumula dinero de todo el mundo gracias a la fé de mucha gente.
De igual manera los vendedores ambulantes invadieron el parque municipal y las céntricas calles con “armastotes” que dificultaron la circulación, el kiosko sirvió como hotel para que los comerciantes ambulantes durmieran, por lo que se desconoce si aparte “del pi$o” les cobraron hospedaje y los comerciantes ambulantes también entraron a la iglesia católica del lugar para vender fritangas, toallas, condones y demás.
Por cierto que los funcionarios municipales que asistieron al evento de “Paquita la del barrio” ni se sonrojaron cuando les cantaron “rata de dos patas, te lo estoy diciendo a ti”, y es que era solamente una melodía y no lo que el público lector pudiera entender.